#YoguisHumanos

No+té nace del reconocimiento sincero de la incapacidad humana para sostener la actitud espiritual de manera permanente. Cuando una se adentra en el mundo del yoga, la meditación o la espiritualidad en cualquiera de sus ramas, descubre que hay una versión de sí misma muy potente y poderosa desde donde puede conectar con su esencia, con su interior y, al mismo tiempo, percibir el vínculo con una conciencia superior, con el Ser absoluto. Y es alucinante. Te comes el mundo.

Pero luego una tiene que poner una lavadora. O cambiarle los pañales a su hijo que berrea histérico. O soportar a la suegra. O pagar una multa de aparcamiento.

Y después de conectar con el infinito y más allá, una no puede evitar conectarse a Instagram, compararse, pensar para sus adentros “ya está la plasta de la Lauri colgando otro selfie con su gato”, mirar Tinder, hablar por Whatsapp, comprar en Amazon y acabar mirando “Emily in Paris” en Netflix.

Porque así somos: seres imperfectos, incoherentes, vulnerables, contradictorios y absurdos. Muy absurdos.

Y aun así, estamos en nuestro mejor intento de pasar por este mundo de una manera sana, consciente y que contribuya a hacer un mundo mejor. 

Desde No+té hemos querido recoger todo eso y darle voz en forma de frases y mensajes que nos recuerden que todos estamos en las mismas. Y que podemos seguir buscando la luz mientras nos reímos juntos de nuestras sombras. 

Porque los yoguis también somos humanos y la espiritualidad no está reñida con el sentido del humor.

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COMUNIDAD DE YOGUIS HUMANOS

Y cuando decimos yogui, no nos referimos solo a aquellos que sois capaces de poneros el pie detrás de la oreja mientras os preparáis una infusión ayurvédica; para nosotros, “Yogui” es cualquiera que sienta interés por lo que está más allá de nuestra percepción sensible. Un #YoguiHumano es alguien que se hace preguntas, que se cuestiona a sí mismo y a su entorno. Alguien que siente la necesidad de indagar en su mundo interior y comprender qué lugar ocupa en el universo y, a pesar de eso, no cae en el tópico del ermitaño retirado del mundanal ruido, sino que hace lo que puede por sobrevivir en un sistema ridículo, procurando reírse el máximo posible. Un #YoguiHumano sabe reírse prácticamente de todo porque sabe que todo es impermanente, nada es tan intenso ni tan solemne.

El #YoguiHumano es el que puede asistir a un retiro espiritual, disfrutarlo, respetarlo e incluso experimentar pequeñas revelaciones místicas y, al mismo tiempo, ser muy crítico y escéptico con determinados detalles. Es el que se permite reírse cuando un mantra le hace gracia. Es el que no finge que puede pasar 8 días comiendo solo raíces de baobab y confiesa que lleva 7 noches soñando con un Big Mac.